lunes, 17 de marzo de 2008

Thaksin Shinawatra



Thaksin Shinawatra, hombre de negocios y político tailandés, es el anterior Primer Ministro de Tailandia, y ex-líder del partido populista Thai Rak Thai (“Los thais aman a los thais”). Ha permanecido exiliado durante los últimos 17 meses hasta el pasado día 28 de Febrero de 2008, día en que regreso a Bangkok. Durante el exilio, residió en Londres y se hizo propietario del equipo de fútbol inglés Manchester City.

Thaksin comenzó su carrera en la policía tailandesa, para después desarrollar una exitosa carrera como empresario, fundando la Shin Corporation y la Advanced Info Service, el mayor operador de teléfonos móviles de Tailandia. Así fue como se convirtió en uno de hombres más ricos del país antes de pasar a dedicarse a la política, momento en el que decidió junto a toda su familia deshacerse de todas las acciones de Shin Corporation. Después, fue elegido Primer Ministro de Tailandia. Esas elecciones de 2001 fueron calificadas por los observadores como las más limpias de la historia de Tailandia.

La política de Thaksin en materia de economía, salud pública, educación, energía, drogas y relaciones internacionales y sobre todo su curiosa habilidad para aglutinar pequeños partidos políticos de muy diversa procedencia ideológica hicieron que fuera el primer Jefe de Gobierno tailandés en ser reelegido en 2005. A lo largo de este periodo, demostró poco interés por los procesos democráticos dada su mayoría absoluta en el Congreso, lo cual le permitía el lujo de no participar en la mayoría de los debates. En una entrevista llegó a decir que la democracia era una simple herramienta para conseguir otro tipo de objetivos.

Por este motivo, sus dos legislaturas se han visto ensombrecidas por la corrupción, por políticas dictatoriales, demagogia, traición, conflictos de interés, actuaciones poco diplomáticas, evasión de impuestos, uso de vacíos legales y una continúa hostilidad hacia la libertad de prensa. Fue acusado, además, de alta traición, al vender activos nacionales a inversores extranjeros. Organismos independientes, incluida Amnistía Internacional, también ha expresado su preocupación por el constante incumplimiento de los derechos humanos durante los mandatos de Thaksin. El Observatorio sobre Derechos Humanos describe a Thaksin como “un abusador de los derechos humanos de la peor clase”, alegando supresión a los medios de comunicación contrarios a su política y determinadas actuaciones extrajudiciales, como su “Guerra contra las drogas” en 2003, un período de 90 días donde trató de limpiar Tailandia de todo tipo de drogas, matando en nombre de la ley y el orden público a más de 2.000 traficantes. El resultado, 5 años después, una subida en los precios. También diversos ataques contra Sondhi Limthongkul y su partido Alianza Popular para la Democracia destruyó su nombre y su reputación.

El 19 de Setiembre de 2006, una junta militar conocida como el Consejo de Seguridad Nacional (CNS) derrocó a su Gobierno en un golpe de estado sin sangre mientras se encontraba en un encuentro de la sede de Naciones Unidas en Nueva Cork. Su pasaporte diplomático fue entonces revocado después de que el CNS le acusara de dedicarse a actividades ilícitas y a las Embajadas de Tailandia se les ordenó que no le facilitasen sus viajes. Algunas páginas webs pro-Thaksin fueron clausuradas. Su partido Thai Rak Thai fue disuelto y se prohibió a Thaksin y al ejecutivo del TRT, unos 111 políticos, inmiscuirse en política en los siguientes 5 años. La junta también propuso a un Comité de Examen de Activos para que para que congelase sus cuentas bancarias, reclamando que él se había enriquecido de manera inusual durante el tiempo de su mandato, y demandando que regresase a Tailandia para responder ante dichas acusaciones de corrupción.

El depuesto Primer Ministro regresó a Tailandia después de 17 meses de exilio en el extranjero el 28 de Febrero de este mismo año para defenderse frente a dichas acusaciones. A pesar de que el actual Gobierno ha garantizado su seguridad, el presidente del CNS le ha advertido de que podría ser asesinado en caso de regresar a Tailandia. El caso es que la sociedad tailandesa le ha recibido con división de opiniones. Lo sorprendente, como bien me comentaba un amigo corresponsal de prensa para diversos medios escritos, es que toda esta historia sobre el regreso de esta más que discutible figura fuera de Tailandia no le interesa a nadie, salvo a dos grupos sociales no muy numerosos en este mundo: a los corresponsales de prensa destinados en Asia, y a los aficionados del Manchester City. En fin, ¡el fútbol es así!


(Thaksin Shinawatra)

Thaksin Shinawatra, Thai businessman and politician, is the former Prime Minister of Thailand, and leader of the populist Thai Rak Thai Party (“Thai Love Thai”). He was in exile for 17 months until February 28, 2008, when he returned to Bangkok. During exile, Shinawatra became a resident of London, and owner of the English football club Manchester City.

Thaksin started his career in the Thai police, and later became a successful entrepreneur, establishing Shin Corporation and Advanced Info Service, the largest mobile phone operator in Thailand. He became one of the richest people in Thailand prior to entering politics, although he and his family later sold their shares in Shin Corporation. After, he became Prime Minister of Thailand. At the time, the 2001 election was regarded by observers as the most open, corruption-free election in Thai history.

Thaksin's distinctive economic, public health, education, energy, drugs and international relations, policies and more importantly his ability to buy up smaller political parties from all sides of the political spectrum made him the first elected Prime Minister in Thai history to be re-elected in 2005. Throughout this term he placed low priority to the parliamentary processes because his overwhelming majority in the house allowed him the luxury not to participate in most of the debates. He once said in an interview that democracy was only a tool for his higher aims.

However, his government was frequently challenged with allegations of corruption, dictatorship, demagogy, treason, conflicts of interest, acting undiplomatically, tax evasion, the use of legal loopholes and hostility towards a free press. He was accused of lèse-majesté, selling domestic assets to international investors, and religious desecration. Independent bodies, including Amnesty International, also expressed concern at Thaksin's human rights record. Human Rights Watch described Thaksin as "a human rights abuser of the worst kind", alleging that he participated in media suppression and presided over extrajudicial killings, such as his particular “War on Drugs” in 2003, a 90 day-period of cleaning Thailand from drugs by killing more than 2.000 dealers. The result, 5 years later, just higher prices. Also, a series of attacks by Sondhi Limthongkul and his People's Alliance for Democracy destroyed Thaksin's name and reputation.

On 19 September 2006, a military junta known as the Council for National Security (CNS) overthrew his government in a bloodless coup while he was attending a UN meeting in New York. His diplomatic passport was revoked after the CNS accused him of engaging in illegal activities and Thai embassies were ordered not to facilitate his travels. Some pro-Thaksin websites were also blocked or shut down. A junta-appointed dissolved the Thai Rak Thai party and banned Thaksin and the TRT's executive team of 111 politicians from engaging in politics for 5 years. The junta also appointed an Assets Examination Committee that froze his bank accounts, claiming that he had become unusually wealthy during his term in government, and demanded that he return to Thailand to face charges of corruption.

The deposed Thai Prime Minister returned to Thailand from 17 months of exile abroad on February 28, 2008 to fight corruption charges. Although from the Government his safety is guaranteed, CNS President warned him that he could be assassinated if he returned to Thailand. The Thai society has welcome him but with diverted opinions. What surprise me the most, as one press journalist friend told me, that nobody cares about the story of the return of this more than arguable person out of Thailand, just two reduced social groups all around the world: to the press journalists based around Asia and to the Man City supporters. In conclusion, football is like that!

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