jueves, 20 de marzo de 2008
Conversa excepción
En mi casa, desde que era pequeño, los domingos por la mañana la televisión huele a gasolina. El culpable de que esto suceda una y otra vez es mi padre. Culpable pero sin cargos. Si no fuera por su incombustible afición a los deportes de motor, yo ayer no hubiera ido a los karts a hacer un test, como dirían el experto de Antonio Lobato, para irme este fin de semana a Malasia a presenciar el Gran Premio de la Fórmula 1. La principal razón de mi viaje no es ver a Alonso, ni a Raikkonen, ni a Hamilton, ni a ninguno de los demás pilotos. Sé que no les voy a ver, quizá sí a oír, aunque sólo de pasada. La razón que me lleva hasta allí es vivir en directo algo con lo que he crecido y sobre todo con lo que disfrutado desde bien pequeño. En mi casa ha habido desde siempre dos opciones para arrancar un domingo: apretando el acelerador viendo las carreras televisadas con mi padre o bien pisando el freno en directo con mi madre dentro de una iglesia. Y siempre he preferido la opción televisada, hasta hoy, día en que por fin me decido a aventurarme al directo olvidándome de la TV que no del olor a gasolina, valga la paradoja, haciéndolo además en un`país musulmán. Conversa excepción la mía, la verdad.
(Convert exception)
At home, since I was young, Sunday morning the TV always smells like petrol. My dad is always the guilty. Guilty but without charges. If his incombustible hobbie wasn´t the motorsports, yesterday I wouldn´t go to karting to do a test then to go to Malaysia to attend the Formula 1 Grand Prix. The main reason is not Alonso, Raikkonen, Hamilton, nor any other pilot. I know I´m not gonna watch them, perhaps I´ll listen them, although just by the way. The reason that moves me there is to enjoy live soemthing I have grown up with enjoying since I was very little. At my place always there have been two ways to start a Sunday: pressing the accelerator pedal watching the televised races or pressing the brake with my mum live inside a church. And I´ve always preferred the televised option, until today, day that I´m decided to adventure for to go for the live option until today forgetting the TV not the petrol smell, paradoxically in a muslim country. Convert exception mine one, true.
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2 comentarios:
Turbantes y embragues, jeje... ¿Saludaste a Kimi?
No tuve ocasión, la verdad, aunque sí de comprobar que la plataforma PuxaKimi.com puede tener muchos adeptos también en Malasia. De hecho conocí a un malayo durante la carrera de nombre Pang que era fan de Kimi, por su conducción agresiva y espectacular, que no de Ferrari (lo normal era lo contrario, que fueran ferraristas, aunque dentro fuese el Papa conduciendo con el crucifijo colgando del cuello sacudiéndose de un lado para otro...)
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