miércoles, 2 de abril de 2008

Colonialismo climático



Describir Hong Kong es hablar de un lugar donde Oriente se encuentra con Occidente. Dicho encuentro se refleja en sus gentes, en sus costumbres, sus infraestructuras, su economía, su educación, en definitiva, en su cultura. La soberanía inglesa quizá terminó en 1997 pero a día de hoy el legado occidental está profundamente integrado en Hong Kong y coexiste de manera natural con la filosofía tradicional y los hábitos chinos. En una esquina de la calle, pueden encontrarse tiendas tradicionales chinas vendiendo hierbas medicinales chinas, todo tipo de parafernalia budista o unos cuencos con sopa de tiburón, y en la opuesta, uno puede encontrar un teatro la representación del musical de Mary Poppins, un pub inglés donde aún se sacude la campana a última hora o una iglesia católica. Los idiomas oficiales de Hong Kong son tanto el cantonés como el inglés; los símbolos aparecen en ambos idiomas a lo largo y ancho de la ciudad. El gobierno, la policía y la mayoría de los centros comerciales manejan ambos de manera bilingüe. Por lo tanto, a cada instante se puede apreciar como Oriente y Occidente se enfrentan, chocan, se mezclan mientras por sorpresa pero con estilo desaparecen bajo la típica niebla hongkonesa, quiero decir, londinense. Puro colonialismo climático.

(Climate colonialism)

Hong Kong is frequently described as a place where East meets West. That meeting is reflected in its inhabitants, their customs, its economy, their infrastructures, its education and, definitely, its culture. British rule may have ended in 1997 but Western culture is deeply ingrained in Hong Kong and coexists with traditional philosophy and practices of the Chinese. On one street corner, there may be traditional Chinese shops selling Chinese herbal medicine, Buddhist paraphernalia or bowls of shark fin soup, but around the opposite, one may find a theatre showing the Mary Poppins´ musical, an English-style pub where the bell is still shaken, or a Catholic Church. Hong Kong's official languages are Cantonese and English; signs in both languages are omnipresent throughout Hong Kong. The government, police and most workplaces and stores conduct business bilingually. Therefore, every instant you notice how East and West are brought face to face, crashed, mixed while by surprise and in a very stylish way disappear under the typical fog of London, I mean, the hongkonese one . Pure climate colonialism.

No hay comentarios: