jueves, 26 de agosto de 2010
Elecciones
Mañana se celebra jornada electoral aquí en Bangkok. Lo cierto es que no tengo interés alguno en quien saldrá elegido como próximo gobernador de la ciudad. Estoy convencido de que cumplirá con su cometido político y también, dicho sea de paso, personal.
De lo que si que me alegraré es de la retirada de dichos candidatos, sin excepción, de las calles de Bangkok. Seguramente no vuelvan a pisar la calle hasta las próximas elecciones, con lo cual, los atrevidos peatones de esta ciudad podremos caminar tranquilos sin tropezarnos una y otra vez con ellos, y lo que es mejor, sin llevarnos ningún susto. Eso sí, que quede claro que no me refiero en ningún caso a los motoristas que utilizan la acera como carril alternativo para evitar los habituales atascos.
(Elections)
Tomorrow is election day held here in Bangkok. The truth to be told, I have no interest at all in who will be elected as the next city´s governor. Am convinced that he/she will meet with his/her political role and, of course, his/her personal one.
But what I´ll be glad about is with the candidates´ withdrawal, no exception, from the streets of Bangkok. Surely they won´t step on the road again until the next elections; therefore the daring pedestrians in this city, we´ll be able to walk without tripping over and quiet again with them, and what is best, without having any fear. To clarify this, I do not refer in any case to motorists who use the pavement as an alternative lane to avoid the usual traffic jams.
viernes, 13 de agosto de 2010
Estupefacto
Para contrarrestar el delirio creativo de algunas de las piezas que publiqué en la anterior entrada, a continuación mostraré otro anuncio menos creativo y sofisticado, pero desgraciadamente más real que la vida misma, y por lo tanto mucho más dañino, ofensivo e incendiario para la conciencia colectiva tailandesa. Eso, al menos, debió de pensar el comité gubernamental que quiso censurarlo. Adjunto algunos párrafos de este último, para que entendáis lo increíble que puede llegar a ser este país:
"Para permitir que el anuncio siga en el aire, el comité ha acordado retirar seis escenas de la pieza audiovisual de 150 segundos, en las que se incluyen 6 imágenes consideradas tanto legal como moralmente incorrectas: la quema de edificios, los soldados apuntando sus armas, la desnudez, los monjes siendo arrestados y las protestas violentas".
"La investigación realizada por la comisión para anuncios en radiotelevisón está basada en las opiniones y preocupaciones de todos los sectores de la sociedad. Sin embargo, su misión es crear estándares profesionales sobre la base de la creatividad, la responsabilidad social y la paz del pueblo y del país".
Ni más ni menos. Estupefacto.
(Speechless)
To counteract the creative delirium of some of the pieces I published in the previous post, then shows another type of ad less creative or sophisticated, more real than life itself and therefore much more harmful, offensive and incendiary for Thai collective consciousness . That at least what must have thought someone to try to censor it. Then I add for you a few paragraphs from the government´s committee to understand how amazing it can become this country:
"To allow the commercial on air, the panel has ordered that six scenes of the 150-second commercial, involving images deemed legally and morally improper such as the burning of buildings, soldiers pointing guns, nudity, monks being arrested and violent protests, be taken out."
"The committee's consideration of the radio and television commercials are based on the opinions and concerns of all parts of society. However, its mission is to create professional standards on the basis of creativity, social responsibility and peace of the people and the country" (...)
No more, no less. Speechless.
Publicidad
Hoy en día la publicidad tailandesa está considerada entre las más creativas e innovadoras de Asia. Os sugiero que echéis un vistazo a la siguiente selección de anuncios de televisión para entender el porqué. No tiene desperdicio.
(Advertising)
Nowadays Thai advertising is considered among the most creative and innovative in Asia. I suggest you to take a look on the following selection of TV ads and find out the reason why. It´s worth it.
p.d. Sí, estáis en lo cierto, algunos son delirantes pero divertidos al fin y al cabo, verdad? Pues así de increíble es este país, pero me detendré aquí porque de hecho sobre este tema prometo hablar próximamente.
p.s. Yes, you are right, some of them are pretty sick but funny anyway, aren´t they? So that´s how is this amazing country, but I stop here coz actually I promise I´ll talk about this topic later on.
(Advertising)
Nowadays Thai advertising is considered among the most creative and innovative in Asia. I suggest you to take a look on the following selection of TV ads and find out the reason why. It´s worth it.
p.d. Sí, estáis en lo cierto, algunos son delirantes pero divertidos al fin y al cabo, verdad? Pues así de increíble es este país, pero me detendré aquí porque de hecho sobre este tema prometo hablar próximamente.
p.s. Yes, you are right, some of them are pretty sick but funny anyway, aren´t they? So that´s how is this amazing country, but I stop here coz actually I promise I´ll talk about this topic later on.
miércoles, 11 de agosto de 2010
El día de la madre
Hoy estamos de cumpleaños aquí en Tailandia. Todos, sin excepción. Sirikit Rajini, la Reina de Tailandia, o en su versión extendida, Somdej Phra Nangchao Sirikit Phra Boromarajininat, celebra su 78º cumpleaños.
Como no podía ser de otra manera, si tenemos en cuenta, que entre otras, que Tailandia es el país que posee actualmente la Monarquía más longeva del planeta, en el trono desde 1946, su aniversario es un día de fiesta nacional.
Además, por si fuera poco, a la Reina la conoce cariñosamente como la madre de todos los tailandeses; por lo tanto, su cumpleaños coincide casual y oficialmente con el Día de la Madre aquí Tailandia.
p.d. La foto de arriba muestra una de mis frutas tropicales favoritas, mangostino, conocida como la Reina de las Frutas. Un humilde pero real y sabroso regalo a la salud de la Reina Sirikit.
(Mother´s Day)
Today we´re celebrating a royal birthday here in Thailand. Everyone, no exception. Sirikit Rajini, Queen of Thailand, or on her extended version, Somdej Phra Nangchao Sirikit Phra Boromarajininat, is celebrating her 78th anniversary.
There´s no other way to celebrate this, if we count that Thailand, among others, posseses the world’s longest current monarchy, reigning since 1946, her anniversary is a National holiday.
Furthermore, the Queen´s known affectionaly as the Mother of all Thai people, therefore, her birthday matches casual but officially with the Mother´s Day festivity here in Thailand.
p.s. The picture above shows one of my favourite tropical fruits, mangosteen, which happens to be known as the Queen of the Fruits. A humble but royal tasty gift. Long live to the Queen Sirikit.
sábado, 13 de marzo de 2010
Ídolo
No me considero una persona excesivamente idólatra, pero he de reconocer que esta semana he reconocido a uno de mis ídolos. La verdad que después de escribir esto, me pregunto, si es que tengo alguno más, ¿cuántos tengo? De hecho no estoy seguro si al que conocí también lo sea, o simplemente sea producto de mezclar admiración y sobre todo envidia sana por su larga trayectoria vital a sus 44 años; me explico, por el invisible aunque fácilmente apreciable bagaje viajero que lleva colgado a sus espaldas. Y también, desde que nos conocimos, por su humor y empatía con todo tipo de animales, incluidos los humanos.
El encuentro surgió de forma inesperada sentado cómodamente en el pub del barrio donde vivo, mientras miraba el televisor siguiendo el partido de fútbol de Champions League entre el R.Madrid y el Olympique de Lyon. Tuve que frotarme los ojos cuando la puerta del pub se abrió y apareció en escena Ian Wright, conocido por su faceta como presentador/viajero dicharachero de los documentales "Pilot Guides". Para aquellos que pueden pero no duermen la siesta los viernes, los televisaban en la2 los viernes después de comer.
Obviamente no me pude reprimir e impulsivamente le asalté con la mirada y le dije sin pensármelo dos veces: - Disculpa, ¿eres tú el presentador de los documentales de viajes, verdad...? Ian, (w)right? Y él me miró sorprendido y asintió de manera discreta. A continuación me excusé por la indiscreción y traté de subsanarla ofreciéndole una pinta. Él me respondió que no era necesario, que ya se encargaba él de eso, y añadió: - ¿Estás bebiendo Guinness, verdad? Y va y me invita él a una, aún sigo sin saber muy bien por qué, pero en cualquier caso haciendo gala de una total caballerosidad inglesa.
El caso es que nos pasamos la segunda parte del partido charlando de todo un poco, pero como no podía ser de otra manera, de sus últimas andanzas: Noruega, Siria, Siberia, Abhu Dhabi... Fue curioso conocerle personalmente y tener la sensación de que le conocía desde hacía años, aunque en realidad hacía poco menos de una hora que nos habíamos presentado.
De hecho cuando el resultado del partido se volvió adverso para mis forofos intereses, yo no le dí más importancia, aunque pueda resultar contradictorio. Simplemente le miré y admití que mi equipo la había cagado y me fui a la barra a pedir un par de pintas más esperando una nueva remontada. No fue así, por lo que seguimos charlando, conscientes ambos de que sufrir por un equipo de millonarios lleno de estrellas idolatradas hasta la saciedad no iba con nuestra filosofía y sí apoyar a equipos como el Ipswich Town, su equipo favorito, y menos al ver a estos nuevos ricos abandonar el campo eliminados lloriqueando por no saber meter un balón en la portería contraria. Vamos, por pura impotencia, o mejor aún, por pura incompetencia, eso sí, a pesar del dineral que ingresan.
Sé de uno, a quien también tuve el placer de conocer en persona en su día, soberbio como pocos, todo lo contrario que Ian, y que para colmo le vi a través del televisor presidiendo sentado en el palco una nueva debacle de esta banda de millonarios, que seguirá pensando aquello de que como lo generan, también lo merecen, aunque pierdan. Y es que como muchos otros, creen que los números, no engañan, pero a veces, por suerte para los que no amamos en exceso las matemáticas, te dan la razón y otras, como los números del marcador del estadio el otro día, te la quitan.
Lo que me quedó claro, una vez más, después del encuentro casual es que prefiero a las personas antes que a los ídolos, ya que estos últimos, por desgracia, suelen aportar más decepciones que alegrías. Lo de esta semana, en el pub, que no en el televisor, es la excepción que confirma la regla. Y por eso será difícil que me vaya a olvidar de la segunda parte del partido del miércoles, y no precisamente por el resultado, del cual prefiero no acordarme. Vaga memoria la mía, a veces..
La foto con el orangután está tomada de su blog (http://www.ianwrightey.co.uk/). Os recomiendo a aquellos que de verdad os guste viajar, que le echéis dos ojos porque no tiene desperdicio).
(Idol)
Do not consider myself a person depending on idolatry, but I must admit that this week I recognized one of my idols. The fact that after writing this, I wonder if I have any, how many more do I have? In fact I'm not sure if the one I met is actually my idol, or even just product mix, especially as a result of both envy and admiration for his long-journey life, I mean, by the invisible but readily apparent on his traveler carrying baggage that hangs behind him after 44 years. And also, since we met, for his humour and empathy with all kinds of animals, including humans.
The meeting came unexpectedly seated comfortably at the local pub of the district where I live, while watching the telly following the Champions League football game between the R. Madrid and Olympique Lyon. I had to rub my eyes when the pub door opened and Ian Wright came on the scene, best known for his talkative work as host / traveler of the documentaries "Pilot Guides". For those who can nap on Fridays but don´t, la2 televised them on Friday after lunch.
Obviously I could not repress and impulsively struck him with my eyes and told without thinking twice: - Excuse me, are you the host of travel documentaries, aren´t you ... Ian, (W)right? And he looked at me surprised and nodded discreetly. Then I apologized for the indiscretion and tried to remedy this by offering a pint. He replied it was not necessary, that he was already committed to that and said: - Are you drinking Guinness , right? And he went and got me a pint, still not quite sure why, but in any case, boasting of a complete English gentleman´s manners.
Anyway, we spent the second half of the game chatting around a bit, but how could it be otherwise, of his latest adventures: Norway, Syria, Siberia, Abhu Dhabi ... It was curious to know him personally and I had the feeling that I knew him for years, but in reality did little less than an hour we had presented.
In fact when the game´s result became adverse for my enthusiasts interests, I gave him more importance, though it may seem contradictory. Just looked at him and admitted that my team had fucked up and went to the bar to ask for a couple of pints more waiting for a new comeback. Not so, as we chatted, both aware that supporting a team full of idolized millionaires stars to satiety was not with our philosophy and self supporting teams like Ipswich Town, his favorite team, and less to do so with this bunch of new rich off the land disposed of whining for not knowing to put a ball into the opposite goal. Come on, out of sheer helplessness, or better yet, through sheer incompetence, yes, despite the big bucks they earn.
I know of one, whom I also had the "pleasure" of meeting personally back in the past, haughty as few, the very opposite of Ian, and which, moreover, I saw him through the TV from my seat, chairing the new millionaires´s band debacle, who will continue thinking like that they generate it, therefore they keep deserving it, even if they lose. And like many others, believe that the numbers never lie, but sometimes, luckily for those who do not love too much maths, they give you reason and others, as the numbers of the scoreboard in the stadium the other day, they take it away.
What became clear to me, once again, after what happened during the casual meeting is that I do prefer people rather than idols, and the latter, unfortunately, tend to bring more disappointment than joy. What happened this week at the pub, not on television, is the exception that proves the rule. And so I reckon it will be difficult to forget the second part of Wednesday's game, and not by the result, which I prefer not to remember. Vague memory, mine, sometimes...
The pic with the oraguntán has been taken from his blog (http://www.ianwrightey.co.uk/). I suggest to the ones that really love travelling, you must have a look because it´s worth.
domingo, 7 de febrero de 2010
¡Alguien está robando una bici!
Aprovecho la ocasión para presentar pública aunque virtualmente a la que es desde ya mi nueva compañera de viajes aquí en Londres. La compré ayer por 40 libras, está en garantía hasta dentro de una semana cuando me vuelva a cruzar en el parque de London Fields con el vendedor quien con gran talante negociador me prometió que si no me encontraba cómodo con ella me la cambiaba por otra del estilo. Sinceramente he de decir que espero que dure, y no digo esto por decir sino porque no es la primera bicicleta que he utilizado en estas tres semanas que llevo en la ciudad, lo cual, como se puede deducir, es sinónimo de catástrofe. Pero no voy a reparar a ese dato circunstancial, ya que como cualquier máquina, tarde o temprano, tenía que fallar y en este caso a esa bicicleta se le rompió de manera inesperada el cambio.
A lo que sí que me referiré es a la escena de acción en la que participé como protagonista previamente a su defunción, en compañía de dos actores secundarios que, todo hay que decirlo, casi fueron más protagonistas que yo, a pesar eso sí de su baja estatura y corta zancada. Eso sí, por su vestuario y su desinteresada ayuda, algo que no suele ser muy común en una gran ciudad como Londres, y menos en esta zona de la ciudad, ellos se ganaron su hueco en ésta historia ciclista desde el momento en que abrieron la boca para gritar a todo el vecindario que alguien estaba robando una bicicleta en la calle. Y, ¡maldita casualidad!, esa era la mía, mejor dicho, la de unos amigos.
Acto seguido, yo, protagonista circunstancial, o mejor dicho, testigo directo de este relato por el simple hecho de haber dejado mi bicicleta aparcada bajo llave enfrente de la casa de mis amigos, y también propietarios de la bicicleta en cuestión, mientras disfrutaba de una merienda con forma de bocadillo, me vi corriendo detrás de los supuestos malechores, con el afán único de recuperar la bicicleta y también, por qué no, un poco de mi honor.
Inconscientente eché a correr masticando todavía el bocadillo mientras trataba de comprender el trabalenguas en clave de rap que estos dos niños con grandes viseras me iban recitando a mis espaldas, y alcancé a divisar a lo lejos, al otro lado del parque donde se desarrolló la segunda parte de la escena, a los dos adolescentes que trataron, sin conseguirlo, de llevarse la bicicleta. Los niños, en su papel de secundarios aunque, como decía, mucho más protagonistas que yo, la encontraron tirada en el parque con el candado enredado en una rueda, curiosamente el mismo que atrajo por su vulnerabilidad a los adolescentes ladrones y que segundos después impidió con tal enredo que éstos pudieran llevar a cabo su objetivo escapando sobre dos ruedas.
Cuando la secuencia llegó a su fin, y una vez recuperada la bicicleta y también la respiración, ellos seguían a lo suyo dándole a las rimas, les tendí un billete de 10 libras y les invité muy agradecido a que se fueran al McDonald´s a tomarse unas hamburguesas a mi salud, obviamente a costa de la suya propia.
No les vuelto a ver por el barrio, pero me alegra pensar que a pesar del contexto difícil que seguramente les ha tocado vivir, siguen alejados de la maldad e hipocresía del mundo adulto que les rodea en este barrio. Al menos, de momento. Y espero, eso sí, que les dure tanto, al menos, como a mí mi nueva bici.
(Someone is stealing a bike!)
I take this opportunity to introduce in a virtual but public way my new traveling companion here in London. Yesterday I bought it for 40 pounds, and is under warranty until within a week when I re-cross the park from London Fields to meet again the seller that with great willingness to negotiate promised me that if I was not comfortable with it I would change it for another similar one. Honestly I must say that I hope it lasts, and not meant to say but because it is not the first bike I´ve used in these three weeks that I´ve been back in the city, which, as can be seen, is a synonymous of disaster. But I will fix that circumstantial happening, because like any machine, sooner or later had to fail and in this case the bike´s gear broke unexpectedly.
To which I refer is itself the scene of action in which I participated as main character prior to his death, accompanied by two supporting actors who, it must be said, most were more characters than me, despite their short stature and stride. In fact, with their costumes and their generous assistance, which is usually not very common in a big city like London, and on this part of town even less, they earned their niche in this my cycling history from the time they opened their mouths to scream the entire neighborhood that someone was stealing a bicycle in the street. And damn chance!, that was the mine, or better said, some friends of mine´s.
Next, I was circumstantial character, or rather a direct witness of this tale for the simple fact of having left my bike locked across the street from my friends´ house, and also owners of the bike in question, while enjoying a snack shaped sandwich, I was running behind the alleged malefactors, with the only aim to recover the bicycle and why not, some of my honour.
Without time to think I started running while munching a sandwich at the same time I was trying to understand the key twister rap of these two children with large caps that were reciting behind my back, and caught a glimpse in the distance, across the park where the second part of the scene took place, the two teenagers who tried, without success, to steal the bike. Children, in its secondary role, although, as I said, a lot more players than me, found the bike lying in the park with the lock entangled in a wheel, curiously the same one that attracted because of its vulnerability to the adolescent thieves and that seconds later prevented with such a mess that they could carry out his goal to escape on two wheels.
When the sequence ended, and once recovered both the bike and breathing, they were giving to his own rhymes, I handed them a ticket for 10 pounds and invited them indebted to go to McDonald´s to eat some burguers on my health, obviously at the expense of their own.
Not seen them around the neighborhood again, but I am glad to think that despite the difficult situation that surely they happen to live, remain away from the wickedness and hypocrisy of the adult world around them in this neighborhood. At least for now. And I wish, at least, that they will remain this way as long as I keep my new bike.
Rugby
Ayer dediqué parte de la tarde a ver rugby, concretamente el partido del Seis Naciones que enfrentaba a Inglaterra y Gales. He de reconocer que nunca antes había visto un partido completo, pero ayer me decidí a intentar interpretar en solitario las reglas , tanto las escritas como las no escritas, de este deporte que formará parte del programa olímpico de Londres 2012.
Mientras lo veía me vino a la cabeza un viaje que tuvo como excusa uno de los torneos más importantes de rugby de la región Asia-Pacífico, el HKSevens, que me llevó hasta la ciudad de Hong Kong. El torneo, para aquellos que no sean aficionados al rugby, es algo así como un carnaval multitudinario que gira alrededor de una pelota en forma de melón, tanto dentro como fuera de campo.
Hago un inciso aquí para dejar claro que jamás había experimentado el ambiente de un torneo de este tipo, pero desde entonces sigo sin creerme que pueda haber alguna modalidad deportiva capaz de competir en este sentido con el espíritu festivo del rugby. Hong-Kong es una ciudad de vértigo, o si se prefiere, de contrastes, pero mezclada con esta fiesta multicolor que atrae a gente variopinta de diversas nacionalidades, incluidas Fiji y Samoa, por poner dos exóticos ejemplos, puedo asegurar que este acontecimiento no deja indiferente a nadie. Máxime si como fue el caso, consigues colarte en el estadio donde se celebra la final del Sevens, ves el último ensayo del encuentro, ganan el partido y el torneo los "All Blacks" (el equipo neozelandés) y te bailan una desafiante danza tribal maorí, "haka", en tus narices para celebrarlo y compartir su entusiasmo.
Como se puede entrever en estas líneas nunca me ha interesado demasiado el rugby, y si pasármelo mejor, pero aquel fin de semana me quedó grabado uno de los conceptos básicos de este deporte, "el tercer tiempo", un acto que se celebra al término de cada encuentro y que reúne a los jugadores de cada conjunto para relamerse con cerveza las heridas producidas durante la batalla acaecida durante el tiempo reglamentario.
Además lo que reconozco y valoro sobremanera de este deporte desde entonces, vaya desde aquí mi agradecimiento a mis compañeros de viaje, quienes muy diplomáticamente aceptaron desde antes incluso de subirnos al avión en Bangkok que a mi el rugby me importaba más bien poco, es que ninguna afición de ningún otro deporte se lo pasa mejor, tanto dentro como fuera del campo, gane su equipo o se lleve para casa la famosa cuchara de madera que entregan de manera extraordinaria en el Seis Naciones.
Y es que en otros deportes, mucho más mayoritarios en algunos países como el que me vio nacer, España, o en el que resido actualmente, Inglaterra, la diversión suele tornarse en violencia cuando suena el pitido final del partido, y a veces hasta antes incluso de que de comienzo. En el rugby, por suerte, eso no suele ocurrir y cuando se acaba el partido empieza lo mejor. Es ahí cuando la violencia deportiva se traduce en diversión generalizada.
Y es que como dicen los amantes de este rudo pero elegante deporte de contacto, si comparamos el rugby con el que dicen ser el deporte rey a nivel planetario, "el fútbol es un deporte de caballeros jugado por animales, mientras que el rugby es un deporte de animales jugado por caballeros". De los aficionados sugiero que cada uno saque sus propias conclusiones, para no herir sensibilidades, o si se prefiere, para no enfangarme.
(Rugby)
Yesterday I spent most of the afternoon watching rugby, the Six Nations´ match between England and Wales. I must admit that I had never seen a complete game, but yesterday I decided to try to understand the rules, both written and unwritten, by myself of this sport that will be part of the Olympic program of London 2012.
While I was watching, it came to mind a trip that with the excuse of one of the largest rugby tournaments in the Asia-Pacific region, the HKSevens, led me to the city of Hong Kong. The tournament, for those who are not rugby fans, is something like a massive carnival that revolves around a melon-shaped ball, both on and off the field.
I would point here to make it clear that I had never experienced the atmosphere of an international tournament like this, but since then I still believe there can´t be any type of sport capable of competing in this direction with the festive spirit of rugby.
Hong Kong is a city of vertigo, or if preferred, full of contrasts but blended with this event that attracts motley people from nationalities, including Fiji and Samoa, to take two exotic examples, I can assure that anyone attending this event won´t feel indifferent, especially if, as it was the case, get into the stadium where they celebrate the end of the Sevens, you see the last try of the game, the All Blacks (New Zealand´s team) win the game and the tournament and you go through a challenging Maori tribal dance, "haka", in your nose to celebrate and share their enthusiasm.
As anyone can read in these lines I´ve never been too much interested on rugby, but enjoy myself now and then, but that weekend I got one of the basics of the sport, the third time, an act that takes place after each game, bringing together players from each squad and set to lick its wounds with beer during the battle which took place during the regular time.
Furthermore, what I recognize and greatly appreciate the sport since then, go from here my appreciation to my fellow travelers, who diplomatically agreed even before we got on the plane in Bangkok I cared very little about rugby, is that there´s no taste of any other sport like this, both inside and outside the field, either if their own team win or take to house the famous wooden spoon that deliver dramatically in the Six Nations.
In other mainstream sports, in some countries like where I was born, Spain, or in which I live now, England, the entertainment often turn into violence when the final whistle sounds in the game, and sometimes even before that just from the beginning. In rugby, thankfully, this does not happen, and when the game is finished the best fun comes. That's when the sports violence results in mass fun.
And as rugby fans say say about this rough but elegant contact sport, if you compare rugby with the sport that claims to be the king of sports globally, "football is a gentlemen's sport played by animals, while rugby is a animal´s sport played by gentlemen". About the fans I suggest you to get your own conclusions, not to offend sensibilities, or if preferred not to poach myself.
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