jueves, 19 de abril de 2007
Marathon Bar
En Chalk Farm, al norte de Londres, existe un local legendario donde todo aquél que no sabe donde ir una vez que todo ha cerrado sus puertas, es bienvenido. Se llama Marathon Bar, y como su propio nombre indica, es de estos lugares que se caracteriza, sobre todo, por su largo recorrido en la historia reciente de Camden Town.
Nada más entrar, uno siente una profunda desorientación sensorial. A primera vista, es una tienda de kebaps, una de esas que nunca descansan y que siempre huelen a fritanga. A continuación uno se respira aliviado cuando se da cuenta de que, a pesar de las horas que son y de la mala costumbre que tienen los musulmanes a la hora de descartar la cerveza de su lista de bebidas, en el Marathon Bar se sirven pintas bien frías.
Pero lo mejor está aún por llegar. Domada la sed y el hambre en la primera sección, la corriente te transporta hacia un salón-comedor en la parte de atrás del local. Allí recibes la bienvenida en versión rockabilly de una leyenda viva de este rincón londinense: Daniel `The Kingsnake´ Jeanrenaud. Un personaje que ama la música más que a su propia vida, que le gusta tocar su destartalada guitarra aunque le falten dos tornillos y varias cuerdas, y que sobre todo se le gusta compartir su pasión por el rock´n´roll, ya sea en la Nothern Line o en el N29. Hasta Jack White le rindió un homenaje una noche visitando la trastienda para tocar unos clásicos con el viejo rockero, quien sabe si saboreando un kebap o una Red Stripe.
(Marathon Bar)
In Chalk Farm, north London, there´s legendary place where everyone that is lost after the closing party-time is welcomed. `Marathon Bar´, and as its name shows, it´s one of this venues characterizes by its long distance in the recent history of Camden Town.
Just when you cross the entry, you can feel a deep sensorial confusion. At first sight, you see a kebap shop, that never close and where you can smell a dirty fast food smell. After that, you can breath relieved when realise that, despite the late hours and the bad habit that Muslin community has ruling out the beer from the drinks list, in the Marathon Bar are served cold pints.
The best part is coming. Tamed the thirst and the hunger in the first section, the current takes us to a dining room at the back of the bar. There you are welcomed with some `rockabilly´ stuff from a alived legend of this corner of London: Daniel `The Kingsnake´ Jeanrenaud. A character that loves the music more than its own life, that likes to play his ramshackle guitar, although it´s missing a couple of screws and some strings. Moreover, he adores to share his rock´n´roll passion, travelling in the Nothern Line or the N29. Even Jack White paid homage at night visiting the back shop to play some classics with the old rocker, who knows if tasting a kebap or a Red Stripe.
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